martes, 22 de junio de 2010

Con nocturnidad y alevosía.






Era el primer día de curso y teníamos tantas ganas de pintar que prolongamos la jornada después de la cena. Me gusta pintar de noche porque se está en otro estado. Los estímulos visuales decrecen y dan paso al subconsciente. Yo opté por algo onírico, mientras Alberto de Burgos componía y descomponía su entorno (incluyendome a mí, preparando mi soporte). Esta es su bonita acuarela.








2 comentarios:

  1. Me ha gustado esa abstracción, Mercedes, pero más aún los desnudos del natural, me han parecido excelentes. Da un tirón de orejas cariñoso al bigotes Alberto Rafael de Burgos, de mi parte.

    Un abrazo.

    Enrique.

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  2. Gracias Enrique, saludaré a Alberto de tu parte en cuanto le vea, que espero será a la vuelta de vacaciones.
    Hoy no he podido entrar en tu blog. Parece que ahora se necesita autorización. Si es así, te agradecería me la enviaras, me gusta mucho seguirte.
    Un abrazo.

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