Era el primer día de curso y teníamos tantas ganas de pintar que prolongamos la jornada después de la cena. Me gusta pintar de noche porque se está en otro estado. Los estímulos visuales decrecen y dan paso al subconsciente. Yo opté por algo onírico, mientras Alberto de Burgos componía y descomponía su entorno (incluyendome a mí, preparando mi soporte). Esta es su bonita acuarela.

