Estando el otro día en el estudio donde pinto, olvidé llevar
la fotografía de un paisaje que tenía a medias. En eso que un compañero deja
caer una hoja de su libro de Bruegel el Viejo. La veo y no lo pienso más, me
encanta, ése es el paisaje que hoy voy a pintar.
Cuando llego a casa miro en la Wikipedia y veo que lo que yo
creía un paisaje completo es sólo un detalle lejano de una de sus últimas
obras: Magpie on the Gallow (La urraca en la horca), con montones de detalles
sobre los campesinos de aquella época, sus costumbres, fiestas, temores,
amenazas, burlas, sátiras y todo lo que el ser humano es capaz de liar (y
Bruegel de pintar).
Yo me quedo con lo lejano, lo ideal.
Detalle del cuadro original.
Magpie on the Gallow, pintado en 1568 por Pieter
Bruegel, el Viejo.
Aquí, los campesinos bailan, uno caga en una esquina y en medio, la horca y la cruz, como una amenaza.
En el mío, son las casas las que bailan, algo de la música les ha llegado.
Interesante la experiencia y cómo la cuentas. Eso es pintar con ilusión, algo fundamental...
ResponderEliminarSaludos.