En la visita a la granja intenté captar los gallos americanos, de precioso colorido en su plumaje, pero no paraban ni dos segundos quietos.
Desde el coche, mientras caía una manta de agua, las afueras de Benaocaz, ya cerca de Ubrique
La glorieta "El quejigo", en el jardín botánico, tiene un inmeso quejigo hueco, en cuyo interior ha crecido otro árbol (ahora no me acuerdo de su nombre), según nos explicó José Luis, podría haber sido porque un pajarillo habría depositado sus excrementos, entre los cuales iba una semilla del mismo, en el hueco del centenario quejigo.
La flor del membrillo.
Entre pequeños chubascos (¡bienvenidos sean!), calzadas romanas, pinsapos y quejigos, hemos paseado y pintado, rápidamente, y desde el coche, a veces, cuando la lluvia me impedía salir, algunos pueblitos serranos, y sobre todo, el jardín botánico El Castillejo, en El Bosque, lugar precioso, obra del maestro y naturalista José Luis Juarez, actualmente director del colegio Albarracín, que ha tenido la gentileza de acompañarnos y contarnos mil y un detalles de toda la naturaleza del lugar.
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