martes, 11 de noviembre de 2014
Sevilla - Madrid
Últimamente tengo que viajar con más frecuencia de la que me gustaría a Madrid. El tren me permite observar el paisaje desde un lugar privilegiado. Grandes ventanales por los que desfilan, primero, las llanuras del valle del Guadalquivir, algunas casas de campo, las montañas de Sierra Morena después y más adelante las llanuras y pequeñas elevaciones cercanas a Ciudad Real.
El sol comienza a ocultarse tras unas nubes raseras cerca de Puertollano.
Al poco rato, ya se ha ocultado, pero queda su resplandor en el horizonte. Todo se oscurece y el cielo vibra desesperadamente intentando retener las últimas luces.
Con mi cuadernito de 15x15, he atrapado un poco de paraíso, y llego contenta a mi destino.
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Paraíso que rescatamos y valoramos todos nosotros (sin temor a equivocarme) por esta actitud tuya de asombro ante la belleza natural en un (imagino) sin igual viaje en tren... (me encanta el tren)...
ResponderEliminarPreciosas estas tres acuarelas! Para mi, especialmente la última por sus tonalidades...
Abrazo grande mi querida Mercedes.
A no parar de observar!
:)
Muchas gracias Maritza. Hermosas palabras que me demuestran tu aprecio y tu sensibilidad. Coincido contigo en el gusto por la última. Normalmente, cuando pintamos estamos más rígidas y atadas al principio y poco a poco nos vamos soltando. Esta vez, coincidió la puesta de sol.
EliminarUn abrazo