Viniendo a los Pirineos españoles desde los franceses, desde Foix a Benasque, una sale del verdor y la frondosidad de las laderas norte para descubrir, casi de repente, un macizo abrupto y salvaje, con cimas de más de 3000 metros que te sobrecogen y acogen a la vez. La luz aquí es bestial, así como los contrastes, nada que ver con el suave verdor de la parte francesa. La Maladeta, con su pico Aneto y su tucas aledañas, estarán siempre en mi memoria.
Luego, de camino a Madrid, parada en Huesca. Campos áridos, terrosos, mucho calor. Creo que estas acuarelas de viaje reflejan álgo de todo esto.
unas acuarelas estupendas! : )
ResponderEliminarHola Mercedes
ResponderEliminarTengo la intuición que la primera acuarela que tiene algo de belleza alegre y grandiosa pierde con la valla, porque empequeñece la dimensión de lo que estás contando... estaría bien probar a "quitarla" en la imagen con un programa informàtico (no en el original)... y ver qué pasa... (quizás me equivoque).
Saludos
Fascinating work.
ResponderEliminarIt has been delightful
to visit your gallery.
Good Creations
Thank you for your visit and comments.
ResponderEliminarCarlos, tienes razón, lo de la vallita no lo pensé mucho, más bien lo hice de forma automática. No la podré quitar porque la acuarela se la quedaron en Benasque, pero lo tendré en cuenta para la próxima.
Saludos.