Hasta ahora no me he atrevido a dibujar personajes de la calle, me daba un poco de corte que me dijeran algo. Pero esta vez lo ví bastante fácil. La señora que lee iba al principio del vagon del metrotren sevillano, tan enfrascada en su lectura que ni reparó en mí. El otro señor atendía placidamente las explicaciones de los representantes de la casa lusa en la feria del libro.
Lo pasé de maravilla mirándoles y captando su tranquilidad, parecía que en cada trazo me daban algo de su ser.
Mercedes tus manos hablan, me gustan tus dibujos enormidad, un abrazo cariñoso desde Chile,
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