Animada por las bellísimas flores de Juan Valdivia y Fabio Cembranelli, me he lanzado estos días de holganza navideña al ejercicio de bodegones con algunas piezas de la vajilla familiar y ramos de un rincón y otro de la casa.
Todavía no se muy bien por qué puse ese verde intenso en el bodegón de la botella y la jarra. No había nada de ese color a mi alrededor. Creo que echaba de menos el campo, entre tanto asfalto de la ciudad.
Gracias por citarme, Mercedes. También por ponerme ahí, a la altura del maestro... (no merezco tanto).
ResponderEliminarTus flores y vajillas son excelentes: frescas, limpias, sutiles, transparentes, de pincelada ágil y trazos decididos... en fin, todo lo que me gusta de la acuarela.
Saludos
Muchas gracias por tus amables comentarios. Me dan ánimos para seguir pintando. Una nunca está contenta con lo que hace, aun así, trabajando siempre se mejora.
ResponderEliminarSaludos
Inspiración del momento tus verdes y muy acertada...
ResponderEliminarPasé por aquí por tu comentario en mi blog.
Son una preciosura tus acuarelas. Tengo muchísimo que aprender de ustedes.
Me quedo para seguirte los pasos...
Abrazos desde Chile!
Gracias Maritza. ¡Tus fotos sí que son fuentes de inspiración!
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