viernes, 29 de enero de 2016

una siesta pintando


Me tomo el café... y lo pinto


Coloco el osito que traje de Dublín... y lo pinto


salgo a la terraza a regar mis flores.... y pinto


un pajarillo canta, pretendiendo esconderse entre las ramas desnudas del pruno, lo miro, lo escucho y lo pinto....

Realmente, no se necesita pensar mucho para pintar, solo hay que mirar fuera (o dentro)


2 comentarios:

  1. ¡Qué bien aprovechas y hasta te cunde la tarde..!, Mercedes. Saludos y muy bonitos y frescos los ejercicios.

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  2. Gracias Reyes. Adoro la intimidad que nos ofrece el invierno en esta ciudad nuestra tan callejera. Dentro de poco estaremos pintando en las frías calles de Baeza, espero...

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